El pasado sábado 23 de marzo del 2024, el grupo de Pastoral Universitaria de Unicervantes emprendió un viaje hacia el municipio de Mariquita, Tolima, para sumergirse en una experiencia misionera durante la Semana Mayor, en compañía de las Hermanas Misioneras de Santa María.
En el calendario litúrgico de la Iglesia católica, la Semana Santa es un periodo de singular importancia y profundidad espiritual, propicio para la práctica de las misiones. Durante estos días, sacerdotes, religiosos y laicos, se comprometen y se desprenden de sus rutinas cotidianas para emprender un camino de encuentro y comunión con otras comunidades, buscando no solo fortalecer su propia fe, sino también enriquecer la de aquellos con quienes comparten este viaje espiritual.
En el encuentro, se vivió un despliegue de solidaridad y compromiso en la preparación y vivencia del Triduo Pascual. Este último, constituye el corazón mismo de la celebración cristiana. En este contexto, el grupo de Pastoral de Unicervantes se sumó con entusiasmo y entrega a esta noble causa, integrándose plenamente a la dinámica de la comunidad parroquial Divino Niño, desde el solemne inicio del Domingo de Ramos hasta la emotiva culminación de la Vigilia Pascual.
Durante esta semana de gran enriquecimiento, los participantes pudieron disfrutar de experiencias significativas además de poner en práctica los principios y valores institucionales. Tanto como la comunidad, como los participantes disfrutaron de experiencias que incluyeron desde el contacto directo con las familias del sector parroquial hasta la participación en dinámicas destinadas a niños y jóvenes.
Los participantes recorrieron todos los espacios de la comunidad y conocieron las viviendas de la comunidad, estableciendo lazos de cercanía y solidaridad, dedicando tiempo a compartir los momentos de reflexión y oración con aquellos quienes les abrieron sus puertas. Esto ha permitido tener un conocimiento más real y profundo sobre las realidades que se viven en otras partes del país, y despertar en los misioneros un compromiso personal en la búsqueda por la consecución de una sociedad en donde se pueda vivir en la verdad, la bondad y la belleza.
Durante el trabajo con la comunidad, los misioneros tuvieron también la oportunidad de trabajar en espacios formativos con niños y jóvenes para ayudarlos a comprender mejor lo que, como Iglesia, se celebra en estos días santos para que ellos pudieran tener un corazón más dispuesto a vivir el misterio de la Redención. Estas vivencias permitieron un intercambio recíproco y encuentro de corazones, que han aportado sin lugar a duda a la formación integral de cada uno.
Así mismo, los presentes se involucraron de lleno en la preparación y ejecución de las distintas celebraciones litúrgicas, apoyando con el esfuerzo y dedicación de nuestra comunidad a que cada evento fuera una verdadera manifestación de fe y comunidad. A pesar de las exigencias del servicio, cada miembro del grupo se comprometió plenamente, ofreciendo sus habilidades y dones particulares en aras de un objetivo común: llevar el mensaje del evangelio a quienes más lo necesitan.
Desde la Oficina de Pastoral, se tiene la profunda esperanza de que el pequeño pero significativo paso que se ha dado al sembrar esta primera semilla en los corazones de estos misioneros sea un catalizador para que toda la comunidad cervantina se comprometa aún más con estas nobles actividades misionales.
Gabriela Nieto, coordinadora de Pastoral Universitaria afirma que: “queremos ver florecer una cultura de servicio y entrega que perdure en el tiempo, arraigada en los valores que nos identifican como institución. Aspiramos a que cada miembro de Unicervantes encuentre en estas labores una oportunidad para crecer, aprender y contribuir al bienestar de nuestra sociedad, consolidando así nuestra posición como un verdadero motor de progreso y solidaridad en Colombia”.
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